Los locales llegaban a este partido tras dos derrotas en las primeras jornadas, pero una esperanzadora victoria a domicilio ante La Zarza en el último partido disputado daba un impulso importante a un conjunto que nuevamente trata de ser ese equipo grande, que por historia debe ser. Por su parte, los andevaleños habían cosechado una derrota, un empate y una victoria en las tres últimas jornadas, por lo que sumar en Nerva, terreno siempre difícil, era un implemento más en sus aspiraciones de consolidar un proyecto muy joven que debe madurar en la categoría.  Por tanto, todo pintaba muy bien en una tarde con 26 grados de temperatura a pesar de estar ya en el tramo final de octubre. 

Nada más comenzar el partido, el Nerva ya demostró que iba a por los tres puntos, poniendo mucho ímpetu y tratando de ser muy vertical, buscando la portería contraria. De hecho el Nerva tuvo una gran oportunidad nada más comenzar con un lanzamiento de Mati, que se fue por poco. 

En un terreno de juego muy deficiente, en estando penoso pese a estar mejor que la temporada pasada, los albicelestes trataban de echar el balón al suelo y buscar conexiones por bandas y desplazamientos de calidad. Pero cuando mejores intenciones mostraban los nervenses, llegaba un auténtico mazazo, una buena jugada del Tharsis deja un buen balón a la derecha recibido por Diego, que tras una buena acción y buscar ángulo de tiro con algún amago, lanza un fuerte disparo con la zurda desde fuera del área y coloca el balón inalcanzable para Felipe. Los visitantes se ponían por delante en el marcador, esa era la mala noticia, la buena es que quedaba mucho por disputarse porque el gol llegaba en el minuto 10. 

El tanto provocó cierta ansiedad en los de Nerva que trataron de buscar de manera alocada cercar la portería contraria y cometiendo errores en las transiciones de ataque dejando algunos balones mal entregados que posibilitaban la salida del contrario. Aún así, los de Pablo Palomares seguían fieles a su estilo de querer proponer y en el minuto 37 se produce un desplazamiento largo de Javi sobre Adessa, quien aprovecha que el central del Tharsis se duerme en los laureles y pone el 1-1 en el marcador, un gol que hacía algo más de justicia a tenor de lo ocurrido en el campo. Así terminaba la primera mitad, con un empate que dejaba a las claras que el partido se iba a decidir por detalles, aunque nunca pensamos que los detalles vendrían en la segunda parte y serían por temas de sanciones. 

Y es que el desequilibrio del partido en la segunda mitad llega sobre todo por distintas acciones que empiezan a calentar el partido debido a la incertidumbre del resultado, circunstancia que aportaba cada vez más tensión en unos y en otros. Mucho juego parado, acciones mucho más trabadas y un partido que se iba poniendo más denso a medida que las fuerzas iban mermándose. Faltando algo más de un cuarto de hora para el final, llega el disparate del partido y lo que provoca una auténtica convulsión. Sobre el 26 de la segunda mitad, un buen córner es rematado por el central Jaime con un cabezazo inapelable que establece el 1-2, ahí se produce una serie de rifirrafes y protestas que hace que el Señor Colegiado del partido, Sergio Díaz Acosta, expulse a los dos centrales del Nerva, Cristian y Nicolás por reiteradas protestas, algo que provoca que el conjunto albiceleste se quede más de un cuarto de hora por detrás en el marcador y con dos hombres menos por dirigirse a un árbitro que empezaba a perder los papeles y a estar muy sobrepasado. Cristian, uno de los sancionados, es quien ejerció como capitán, por tanto el único autorizado para dirigirse al árbitro, pero esa condición no evitó que fuera expulsado por protestas airadas al juez de la contienda, tras tener una tarjeta amarilla anterior. Es conveniente volver a destacar que ninguna de las dos expulsiones fueron por acciones violentas o entradas duras ni nada que se le parezca, sino por protestas de los dos centrales, al menos es lo que refleja el apta del encuentro.  

En el tramo final del partido el Nerva se agarró a la épica intentando llegar arriba y conseguir el empate pero con el tremendo desajuste que produce el tener dos futbolistas menos, teniendo que hacer los pertinentes reajustes en el sistema para afrontar esos minutos, por lo que Palomares, volvió a meter a hombres que pudieran imprimir más velocidad y mayor despliegue físico para estar arriba y abajo. Con todo lo ocurrido, el Nerva sacó casta y puso todo el empeño, pero es cierto que el Tharsis pudo asestar el golpe definitivo en varias acciones de contragolpe por la manifiesta superioridad. Los últimos minutos, entre los que contamos más de diez de descuento por todo lo ocurrido, ya no alteraría el marcador, lo que alteró fue el ánimo de todos por diversos incidentes que hicieron que ese tramo final fuera la historia interminable. En los últimos segundos, se produce la expulsión de Adessa, quien hace un gesto tocándose los genitales, pero según él, después de que uno de los futbolistas del Tharsis le profiriese un insulto racista que el árbitro no quiso castigar, o no escuchó. Con esa expulsión termina el partido y el Nerva pierde la oportunidad de sumar y seguir subiendo en la tabla, registrando tres derrotas en cuatro jornadas. Para el próximo partido el Nerva además no podrá contar con los hombres expulsados. 

Un partido para olvidar con muy poco futbol y mucho tema extradeportivo, pero un partido que se decidió por las expulsiones y todo lo sucedido, pues once contra once, el rival nunca fue superior a los nervenses. Toca ya pensar en la próxima cita.