La representación sindical de la plantilla de Río Tinto Plásticos del Grupo Lantero, amenazada de cierre por parte de la Dirección de la empresa instalada en El Campillo desde hace más de 30 años, han iniciado esta mañana la primera de las tres reuniones previstas para abordar la situación. A las puertas de la fábrica se han vuelto a concentrar trabajadores y familiares, sindicalistas, representantes de partidos políticos y ciudadanos anónimos.
Para el secretario general de FICA-UGT Huelva, Sebastián Donaire, el principal objetivo es mantener la actividad y el empleo. Espera que la Dirección de la empresa sea consciente de la situación en la que van a dejar a 32 familias. Y echa de menos un plan de acompañamiento y un plan social en el planteamiento de cierra de la compañía. “Nosotros entendemos que la empresa es viable y estamos abiertos a negociar un plan de prejubilaciones y otro de reindustrialización para el resto de la plantilla. Aquí tenemos que llegar a un acuerdo con la voluntad de ambas partes. Así que esperamos que recapaciten”, comenta.
Antonio Lara y Tomás Domínguez son dos de los trabajadores más antiguos con los que cuenta la empresa. Ambos son maquinistas. Tienen esposas y dos hijos. El primero entró en la empresa en 1991, cuando estaban echándose los cimientos, y el segundo un año después. La situación por la que atraviesan es muy dura y muy triste. No pueden ocultar la preocupación con la que viven estos momentos, que se agrava cuando entran en sus hogares y la comparten con sus familias. Solo les reconforta el apoyo que están recibiendo por parte de la ciudadanía, excompañeros de trabajo, sindicatos, partidos políticos y alcaldes de la comarca.
Ambos esperan que las negociaciones que hoy se inician lleguen a buen puerto y puedan salir adelante, tal y como ocurrió en la crisis de 2010 cuando empezaron a cerrar todas las empresas del sector del plástico existentes en la zona, ocho años después del cierre de la minería. Entonces fueron capaces de remontar el vuelo. Eso sí, dejando a la mitad de la plantilla fuera con prejubilaciones e indemnizaciones por despidos.
Juan García, extrabajador de RTP, fue uno de los empleados que sufrió la anterior crisis. Lo indemnizaron y se quedó a las puertas de una prejubilación que nunca llegó. Después de dos años en el paro logró entrar en la mina, donde sigue trabajando en la actualidad. Como otros excompañeros, ha acudido a la concentración de hoy para apoyar a los que un día fueron compañeros, casi como una familia dentro de la empresa, y lo volverá a hacer cada vez que su trabajo se lo permita.
Por otra parte, a la concentración de hoy también han acudido representantes políticos de todos los partidos, desde el PSOE hasta el PP, pasando por IU y la agrupación de electores XNerva, que junto a ciudadanos anónimos han vuelto a mostrar su apoyo a los trabajadores de la empresa.
Los momentos más tensos se han vivido en el momento en el que el vehículo en el que viajaban los representantes de la empresa han cruzado las puertas de la fábrica con los trabajadores, familiares, sindicalistas, políticos y amigos recibiéndoles con todo tipo de pancartas contrarias al cierre de la empresa.