Ecologistas en Acción denuncia que la actividad exterminadora de ejemplares no ha sido selectiva

por Juan Antonio Hipólito Domínguez / 11 de Enero de 2018 / Publicado en Cuenca Minera, Medio Ambiente

Ecologistas en Acción ha remitido a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía una solicitud de apertura de expediente administrativo sobre las autorizaciones y permisos, así como los criterios de gestión del medio natural, que han dado lugar el pasado 30 de diciembre a la ejecución de 175 ciervos y muflones en la Finca Jarrama, perteneciente al Corredor Ecológico del Guadiamar.

Según informa la propia organización ecologista a través de esta nota de prensa, la finca pública Jarrama está ubicada en un espacio protegido europeo, el Corredor Ecológico del Guadiamar (Zona de Especial Conservación). Es una dehesa situada entre los términos municipales de Zufre y Nerva, afectada por un grave incendio forestal iniciado el 8 de septiembre de 2017, que alcanzó un perímetro de más de 4.000 hectáreas. La finca se quemó en un 75 por ciento de su superficie, quedando el pinar y encinar gravemente afectados y muriendo numerosos animales de la cabaña ganadera local, especialmente vacas y ovejas, y numeroso animales silvestres.

La finca Jarrama está completamente alambrada con una malla cinegética de unos dos metros de altura y atravesada por la Vía Pecuaria que une el pueblo onubense de Campofrío con el sevillano de El Castillo de las Guardas. Sin embrago, no tiene acceso público, paradójicamente, a pesar de ser una finca pública y una vía pecuaria. La actividad de caza realizada se ejecutó con la participación de entre 20 y 25 rehalas, lo que supone unos 350 perros, para acorralar a los ciervos y muflones que no tuvieron vías de escape debido a la malla cinegética, ni siquiera por las zonas de barrancos. Esta situación haría a muchos de los ejemplares morir de pánico y estrés embistiendo contra la malla, si bien aún no se cuenta con el número de animales muertos así. El resultado de la actividad se ha saldado con 175 ejemplares abatidos por disparo sin seleccionar, de ellos, la gran mayoría han sido hembras preñadas, crías y varetos jóvenes, según la información con la que cuenta Ecologistas en Acción.

El argumento de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para autorizar esta actividad, que para nuestra organización es un exterminio, es la superpoblación de animales en una zona incendiada, cuya regeneración podría verse gravemente afectada por los hervíboros. Ecologistas en Acción considera que una medida de gestión consistente en abatir animales que se encuentran en su ecosistema no es la respuesta que necesitan nuestros montes públicos. La propuesta de la organización es sencilla, la retirada de la malla cinegética habría posibilitado la dispersión de los ciervos y muflones, evitando la masacre y conservando la regeneración. Otra alternativa apropiada para un espacio protegido habría sido la captura selectiva, respetando siempre las crías y las madres.

Ante el conocimiento de que están previstas dos nuevas monterías de exterminio para los próximos días 13 y 21 de enero, Ecologistas en Acción exige a la Administración ambiental que sean denegadas o la anulación inmediata de las mismas en el supuesto de que hayan sido concedidas. En caso de no ser anuladas estas nuevas monterías, Ecologistas en Acción emprenderá acciones judiciales y contempla movilizaciones pacíficas en contra de estos criterios de gestión, contando con un amplio apoyo social de las poblaciones de la zona.

 

IU reclama explicaciones

Según informa Europapress, el coordinador provincial de Izquierda Unida en Huelva, Rafael Sánchez Rufo, ha reclamado a la Junta que "dé explicaciones e informe sobre los criterios técnicos que han servido, según la propia Delegación de Medio Ambiente, para justificar esta matanza masiva de animales".

Además, Izquierda Unida pide que se suspenda otra montería de las mismas características que tiene previsto realizarse el próximo día 13 de este mismo mes hasta que se esclarezcan y expliquen justificadamente todo lo relativo a estas cacerías masivas.

Sánchez Rufo añade que, al tratarse de una zona recientemente afectada por un grave incendio que devastó unas 4.000 hectáreas de terreno forestal, la Junta de Andalucía "debe actuar con mucha más sensibilidad de la que ha demostrado y si no se han adoptado otras medidas alternativas, como puede ser el traslado de los ejemplares a otras ubicaciones donde puedan seguir viviendo, explicar justificadamente porque no lo han hecho".

En este punto, critican que el argumento de la Consejería para autorizar esta actividad, que la organización tilda de "exterminio", sea "la superpoblación de animales en una zona incendiada, cuya regeneración podría verse gravemente afectada por los hervíboros", ya que, a su juicio, "una medida de gestión consistente en abatir animales que se encuentran en su ecosistema no es la respuesta que necesitan los montes públicos".

Por ello, proponen que la retirada de la malla cinegética, que tiene la finca, habría posibilitado la dispersión de los ciervos y muflones, "evitando la masacre y conservando la regeneración", indicando además que otra alternativa apropiada para un espacio protegido "habría sido la captura selectiva, respetando siempre las crías y las madres".

 

Valoración de la Junta

Desde la Delegación de Medio Ambiente han asegurado a Europa Press que el Plan Integrado de Caza para la zona del incendio de La Granada de Riotinto, elaborado en la Dirección General de Gestión del Medio Natural con criterios técnicos y científicos, establece una reducción de la población de ciervos y muflones.

El plan está basado en la necesidad de restaurar la zona y sin la reducción de ganado, la vegetación será irrelevante y en el futuro la fauna sería insignificante o desaparecería, aseguran desde la Junta.

Del mismo modo señalan que nunca se realiza un control de fauna con agrado, pero es la mejo y única solución bajo criterios técnicos. Por esta razón, alegan desde la Delegación, se autorizó a los cazadores a realizar una primera batida de gestión, una vez que el aprovechamiento cinegético quedó suspendido por el incendio.

En la actualidad, aseguran desde la Junta, se está llevando a cabo la valoración de los resultados para diseñar una segunda batida si es que los técnicos así lo creen oportuno para llevar a efecto el Plan Integrado de Caza para la zona.

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