Los vecinos de Campofrío, muy en particular sus feligreses, disfrutan ya de la reforma integral de la iglesia de San Miguel Arcángel realizada gracias al convenio de colaboración firmado entre el Ayuntamiento y Atalaya Mining, donativos realizados por los devotos y fondos municipales. Para la ocasión, el obispo de Huelva, José Vilaplana ha presidido la Solemne Eucaristía concelebrada el día de Santa Bárbara, patrona de los mineros.
Vilaplana ha agradecido, tanto a la alcaldesa del Ayuntamiento de Campofrío, Mercedes López, como al CEO de la empresa que gestiona las históricas minas de Riotinto, Alberto Lavandeira, la decisión de restaurar la iglesia de San Miguel Arcángel y recuperarla para sus vecinos y feligreses.
Por su parte, la concejala responsable de coordinar las obras de restauración, Inmaculada López ha destacado que, “durante la realización de los trabajos de restauración se han descubierto murales originales de la época en la que se levantó, así como dos pequeñas cruces de Santiago en las escayolas de la cúpula semicircular y en la entrada de San Miguel”. También se han hallado cuatro conchas de Santiago en el tejado exterior de la cúpula. Por este motivo, dos capillas murales se han dejado sin pintar para su posterior estudio y valoración con las administraciones competentes.
La iglesia de San Miguel Arcángel está situada en la plaza de la Constitución de Campofrío. En su mayor parte, el edificio es de estilo neoclásico de finales del siglo XVII. Su arquitectura se debe a los arquitectos barrocos Joseph Álvarez y Antonio Matías de Figueroa, quienes le añaden una gran nave con capillas hornacinas laterales. Se construyó sobre las ruinas de la anterior, de época medieval.
Edificio fue levantado sobre los cimientos de un templo anterior de época medieval, del que se conserva la sacristía de estilo gótico de finales del siglo XV. Se estructura sobre una planta de cruz latina de 30 metros de longitud que cubre una bóveda de cañón con arcos fajones. El tramo central se compone de cuatro arcos de medio punto que reciben una bóveda semiesférica sobre pechinas.
El Altar Mayor está formado por un retablo dividido en dos cuerpos que separa un entablamento dórico. El cuerpo superior consta de tres paños: en el del medio se halla el nicho que contiene la imagen del Arcángel, titular de la parroquia, cuya talla procede de la escuela de Montañés. Remata en el ático triangular característico del estilo, y en su unión con el bajo no adopta la forma clásica de C.
La torre remata en un capitel de planta octogonal revestido de polícromos azulejos, y consta de un solo cuerpo de campanas, con cuatro fenestras, de las que solamente dos están ocupadas. Tiene una altura de 27 metros.
Para la alcaldesa de Campofrío, Mercedes López, los fondos del convenio de colaboración firmado con Atalaya Mining ha sido crucial para llevar a cabo esta obra de restauración. “También hemos contado con la colaboración de los vecinos a través de donativos y fondos propios municipales. Es mucha la devoción espiritual que siente nuestro pueblo por esta parroquia, y todos somos conocedores de su importancia patrimonial y cultural, así como de la gran historia que alberga”, añade la alcaldesa.
La pintura de la iglesia estaba muy deteriorada por el paso del tiempo y la climatología. Cuando se empezaron los trabajos de pintura se vio el mal estado de algunas partes del tejado que también hubo que restaurar. También se sellaron los ventanales y se sustituyeron todas las antiguas maderas por maderas nobles de iroko. “Igualmente decidimos adecuar el interior del templo pintando las paredes y bóveda, así como un delicado trabajo de restauración de escayolas, aumentando la partida destinada a este fin”, aclara López.